Cuando llega el Iman

 

10.2-Cuando llega el Iman

La circunstancia de que el caso del imán de Fuengirola haya sido abordada de forma más bien anecdótica, es indicativo de los estragos que lo políticamente correcto puede generar a la hora del gran debate público. Por cien veces menos de lo que ha dicho íbamos a poner en la picota a cualquier obispo vetusto que sermonee en su diócesis.

Lo que propone el imán de Fuengirola es infinitamente más grave y atenta contra los principios del estado de derecho. El doctor Mohamed Kamal, el imán de Fuengirola, ha publicado un libro con el título “La mujer en Islam”con instrucciones muy explícitas sobre cómo la mujer poco dócil ha de someterse a los zurriagazos del marido. Dispone que la vara sea fina y ligera, para que no deje cicatrices. “La finalidad es hacer sufrir psicológicamente y no humillar ni maltratar físicamente”, dice el manual. La Comisión española de Jurisprudencia Islámica ha matizado que el manual del imán está mal traducido. Con el imán y el contexto hemos topado.

Para el doctor Mohamed Kamal, la mujer que se equivoca ha de ser tratada con la exhortación, el abandono y el castigo físico. Para este menester se propone suavizar la paliza para que no pase de ser un ¨sufrimiento simbólico¨En una sociedad preocupada por la violencia doméstica las normas del imán de Fuengirola tendrían la apariencia de una gran broma pesada si no fuera porque su libro está a la venta en la casa de Libro Arabe de Barcelona. Varios imanes en España han manifestado su acuerdo con el colega de Fuengirola, con matices de cautela medioambiental.

Estamos ante uno de los riesgos de una política de inmigración que no sea seria y responsable:el efecto de relativización que se impone con el multiculturalismo. Esa es la gran brecha a disposición de desatinos tales como el manual del imán de Fuengirola. Es una suerte de sarcasmo que en las instrucciones para el castigo fisico de la mujer se sugiera que se ha de evitar pegar “en una situación de furia exacerbada y ciega”. A lo mejor es cierto que el imán va a rectificar este capítulo o a retirar su libro pero la cuestión no quedaría zanjada.

Hace unas pocas semanas, la policía marroquí tuvo que detener a algunos grupos de islamistas que iban a manifestarse para sugerir a los bañistas estivales que abandonen la costumbre de ir a playas donde se mezclan mujeres y hombres. En rigor, se trata de que las mujeres se bañen vestidas de pies a cabeza y en lugares alejados de la mirada del hombre. Para acciones de esta índole, el buen imán de Fuengirola tiene kilómetros de playa a su disposición. Siendo cierto que no todo el Islam es fundamentalista, el problema subyacente es el hecho de que ahí no se distingue el Estado de la religión. El gobernante político y el líder religioso son lo mismo.

Por eso el imán puede alterar en no pocos aspectos la integración del inmigrante en una sociedad abierta como la española. De hecho, ya está ocurriendo todos los días. En virtud de su origen, los imanes, actúan como políticos, ajenos al hecho de que Montesquieu hablase de las ventajas de la separación de poderes. Por eso dice un imán de Barcelona que el manual de su colega no puede entenderse en Occidente.