Las Organizaciones no Gubernamentales 

Las organizaciones no gubernamentales constituyen las expresiones autónomas de la ciudadanía en su legitimo afán por defender sus derechos y al mismo tiempo intervenir o al menos influir en el proceso de toma de decisiones publicas netamente diferenciadas de los partidos políticos y de las empresas comerciales industriales, por cuanto no aspiran a ejercer el poder del estado ni a participar en el circuito económico, las ONG combinan aspectos de los movimientos sociales y de los grupos de presión.

A lo largo de los últimos treinta años se ha producido una proliferación de grupos de presión y de interés en todos los campos de actuación de la organización mundial y muy especialmente en el de los derechos humanos debido a la consuetudinaria indefensión en que se encuentran los individuos frente a sus propios estados y la consiguiente internacionalización de la temática humanitaria.

Las ONG han conseguido ventilar muchos episodios de intolerancia y de violencia que sin su celo habrían permanecido impunes, han promovido cambios normativos y ajustes políticos de envergadura en los organismos intergubernamentales, y se han convertido en una experiencia viviente de democracia participativa sin la cual las relaciones internacionales seguirían siendo tan solo el campo de batalla de los poderosos de la tierra.

Entre las numerosas ONG que actúan hoy en la arena exterior, cabe mencionar algunas que se destacan por su influencia o su trayectoria: Amnistía Internacional, Comisión Internacional de Juristas, Liga Internacional de los Derechos y la Liberalización de los pueblos, entre las de ámbito internacional, y Comisión Andina de Juristas, Federación Latinoamérica de Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos e Instituto Internacional Americano de Derechos Humanos, entre las de ámbito regional, en este caso latinoamericano.

Unas se especializan en ciertos tipos de violaciones, mientras que otra se dedican a la educación, la investigación y la gestión jurídica.

Atacadas sin pudor por gobiernos y ejércitos de regímenes autoritarios, y defendida con pasión por exiliados y perseguidos de todas las persuasiones, Amnistía Internacional es la más importante ONG de los Derechos Humanos en el mundo, tan grande es su influencia que la factibilidad misma del proyecto de un tribunal penal internacional de carácter permanente depende probablemente de la campaña mundial de apoyo a dicha iniciativa que ha lanzado y encabezado la organización con sede en Londres.